Las carpetas compartidas en la nube de Azure nos proporcionan con facilidad una manera de compartir archivos a través del protocolo SMB de la misma manera que si estuviésemos en la red local de una oficina, pero a través de Internet. Nos permiten olvidarnos de mantener servidores de archivos, VPNs, copias de seguridad y disponibilidad. Y todo por un precio ridículo (incluso gratuitamente si compartimos pocos datos: 5GB máximo). En el caso de utilizar máquinas virtuales para aplicaciones, nos dan la posibilidad de tener almacenamiento compartido entre todos los servidores, con acceso simultáneo a los archivos. Si tenemos un Directorio Activo, un Azure AD o un directorio de Office 365, podemos además establecer permisos a usuarios y grupos de la misma manera que lo haríamos en un servidor de archivo Windows de toda la vida. En esta guía vamos a ver cómo se crean y se administran, y cómo podemos hacer sus copias de seguridad.
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